- ¿Es tan buena esa película como dice?
+ Es la mejor. -Volvió a recuperar su felicidad-. Te propongo algo: quédate aquí tres días, te enseñaré a ser fuerte con el deporte, veremos cada noche un
clásico de vida y revelaremos lentamente las fotos... Ocho antes de cada amanecer.
- ¿Y luego...? -pregunté- Tras los tres días...
Me imaginaba la respuesta, pero quería escucharla de sus labios.
+ Luego deberás volver. Pero lo importante es que durante tres noches, pararemos el mundo.
- ¿Pararemos el mundo?
Asintió. Me tocó por segunda vez el hombro y en esa ocasión, además, me acarició el cabello con suavidad.
+ ¿Nunca has parado el mundo?
- ¿Qué es parar el mundo?
+ Parar el mundo es decidir conscientemente que vas a salir de él para mejorarte y mejorarlo. Para poder moverte y moverlo mejor. En ese tiempo, debes intentar
que nada ni nadie te cree problemas. Alimentarte de buena literatura, de buen cine, y sobre todo, de la conversación de una única persona que te insipire en
este mundo. ¿Y sabes qué...?
- ¿Qué? -dije emocionada y fascinado.
+ Luego el mundo te premia. El universo conspira a favor de los que lo mueven.Y esos son los que lo paran. ¿Tú quieres mover el mundo o que te mueva?
- Moverlo -dije con seguridad-. ¡Moverlo!
Él se unió a mí y comenzó a gritar conmigo: <<¡¡Moverlo, moverlo!!>>. Y todo lo que lo moveríamos... Parándolo...
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