jueves, 18 de agosto de 2011
Libertaaad
Soy de las que con 16 años se siguen sentando en el brazo de la butaca de su abuelo a escuchar la historia del exilio en México, de cómo salieron las arrugas antes de tiempo, de la morriña que gangrenaba el corazón, de una batalla perdida por la libertad, del reencuentro con una tierra que huele a mar. Soy de las que siempre ven el lado romántico de la historia, esa que no cuentan en los libros, de las ilusiones, de las ilusiones fugaces. De las esposas que no dejaron de esperar cartas que venían del frente, de las viudas que nunca pudieron volver a empezar, de las madres que no cesaron de llorar, de los que cayeron y de los que sobrevivieron pero nunca volvieron a vivir…
De la bandera republicana ondeando en algún rincón del corazón. Del bando perdedor.
De las que se cruzan a nado el océano por un beso más. De las que cogen autobuses que les rompen el corazón. Soy de las que se pierden por el mundo pero vuelven a casa por Navidad, de los cafés a las cuatro de la tarde en el bar de siempre con la gente de siempre, del frío del norte, de la playa desierta en Diciembre, de la luna llena que se esconde detrás de las nubes, de la Ciudad de Cristal bañada por el mar, vestida de blanco y azul. Del olor a mar cuando vuelves a casa, de la salitre en el pelo, de los marineros que naufragaron en la vida. De los músicos del metro, de los poetas fracasados, de los artistas callejeros, de las personas pequeñas que hacen cosas grandes...
De las que no tienen dios pero si bandera. Soy de los padres que todavía sueñan con subirse a un escenario mientras le tocan canciones con una guitarra desafinada por los años, en el salón de su casa, a los dos amores de su vida. De las madres que lloran con esa canción. De los primos que quieres tanto que hasta te duele. De los que se dejan la piel, de los que se quedan hasta el final, de las causas perdidas, de las fotos viejas que abren las viejas heridas. Soy de las personas, no de los partidos. De esas que tomaron la Puerta del Sol en pleno siglo XXI. Soy de la libertad y de los sueños que siguen existiendo en el corazón de los que aún tenemos corazón
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